Así lo expresa el trío Tridente, conformado por Mario Díaz, Martín Mansilla y Roberto Calvo. Están presentando su primer trabajo discográfico: “El árbol sueña que canta”.
Mario Díaz, Martín Mansilla y Roberto Calvo son tres artistas de distintas latitudes que integran Tridente y se encuentran para compartir sus músicas y poesías, describiendo paisajes e historias de universos bien diferentes.
Mario Díaz es autor, compositor, cantante y guitarrista cordobés, de una vasta trayectoria en el universo sonoro de nuestro país. Mientras que Roberto Calvo es guitarrista, compositor y arreglador, también con un largo recorrido en nuestra música.
“Con Mario tengo una amistad que comenzó por el año 2005 y con el habíamos compartido algunas presentaciones, luego conocí alumno a Roberto siendo su alumno y en ese marco al mostrarle un tema que había grabado años atrás con Mario, comenzamos a charlar y de ese modo se gestó el primer encuentro entre los tres”, cuenta Mansilla a Cacodelphia.
Tridente comenzó, entonces, en un pueblo que se llama Colonia Baron, una localidad de unos mil habitantes que estaban presentes en aquel centro cultural donde se presentaron por primera vez.
“El espectáculo consistía entonces en hacer tres canciones de manera individual y tres canciones en formato trío. Con el tiempo las canciones a trío fueron ganando espacio hasta que se armo un repertorio que quedo reflejado en un disco que grabamos y que estamos presentando este año y que vamos a presentar este viernes en la ciudad de La Plata”, repasa.
El árbol sueña que canta
El primer trabajo de Tridente se compone de canciones nuevas que integran un repertorio sensible, emotivo y colorido. Desde las ópticas diversas de sus tres integrantes, compone sobre la poesía, con regionalidad y con mucha sensibilidad.
“Hay un criterio unánime que es la nobleza. Hoy en día uno ve en los grandes festivales -y lo que digo no lo digo en desmedro de nadie- que se está más preocupado por el aplauso que por lo que se pone arriba del escenario y nosotros creemos que la canción tiene que tener fundamento y esa es nuestra bandera en cierto modo”, expresa Mansilla.
El árbol sueña que canta se grabó en los estudios El limonero, del músico Claudio Turica, quien participó además del disco, como Juan Cruz Donati quien participo en percusión. Fue editado por el sello Acqua y contiene nueve canciones, tres de cada uno, donde los arreglos le pertenecen a Roberto Calvo y la magia a todos.
El disco se compone de canciones propias, llenas de músicas de Roberto Calvo, con poesía de Rubén Cruz y de Raúl Delgado; de Martín Mansilla con poesía de Héctor Vignatti; y de Mario Díaz con poesía de Hugo Francisco Rivella, Juan Vicente Díaz y Domingo Zerpa y algunas coplas populares.
“Todo se fue dando de forma muy natural en el trío, a la hora de pensar primero el espectáculo y luego al momento de armar el repertorio del disco, donde cada uno aportó la canción que iba a realizar y el resto se fue sumando. Todo fluyo de modo muy natural incluso la parte de los arreglos, por eso creo que lo disfrutamos mucho, porque cada vez que nos juntamos nos divertimos muchísimo”, resalta.
Con respecto al título de la placa, el músico santarroseño explicó que lo tomaron del verso de la canción “El Tala” de Mario Díaz y Hugo Díaz. “Nos gustó esa idea del árbol soñando que canta, porque nos identifica con la guitarra y con aquello que solía decir Yupanqui, que las maderas de las guitarras encerraban el canto de los pájaros, nos sentimos representados por esas figuras”, repasa Mansilla.
“Estamos atravesando tiempos complicados, donde hay temas que parecían ya no estar en discusión y que sin embargo han vuelto y esas cosas preocupan y angustian bastante. Por eso, desde nuestro lugar buscamos mantener nuestra postura ideológica y ese cuidado hacia lo que cada uno puede aportar”, expresa.
El cancionero pampeano
Martin Mansilla es guitarrista, cantante y compositor pampeano, de niño se formó con el músico y arreglador Raúl Santajuliana. Acompañó referentes como “Los Ranquelinos”, Hilda Alvarado, con el dúo Solo 2, junto al cantante Norberto Vilchez. Fue ganador del certamen para nuevos valores en 2005 accediendo al Festival de Cosquín. Y posee una rica obra musical sobre la poesía de Héctor Vignatti que le valió posicionarse como uno de los compositores más destacados de su generación en el ámbito pampeano.
“Con Héctor nos unía una gran amistad, falleció el año pasado, siendo muy joven se fue exiliado a España donde vivió muchos años y regreso en el año 2010, que fue cuando lo conocí”, cuenta. “Con Héctor nos hicimos amigos a través del ajedrez, otras de mis pasiones. En su casa, entonces, jugando, alguna vez, salió la guitarra y ahí conocí su poesía, que me sigue pareciendo totalmente nueva, fresca y cautivante. Así comenzaron a surgir nuestras canciones que no tenían más pretensiones que jugar en su casa. Luego las empecé a mostrar y en ese sentido, una de las que me alentó fue mi pareja, Florencia Suarez, hija de Julio Lacarra, luego se lo mostré a Roberto y de ese modo la canción comenzó a salir de ese lugar de juego que era la casa de Héctor”, dice y agrega que “las tres canciones que elegí para que integraran el disco, son las que reflejan en cierto modo algunas experiencias vividas por él”.
Héctor Vignatti perteneció al movimiento literario “La Joven Poesía Pampeana” del que formaron parte, entre otros, Juan C. Bustriazo Ortiz, Edgar Morisoli y Ana María Lassalle.
“Héctor fue muy amigo de Juan Carlos Bustriazo Ortiz y de muchos de aquellos referentes del cancionero pampeano, como Hilda ´La Negra´ Alvarado, Horacio “Chiquito” Díaz, Raúl Santajuliana, Lalo Molina, Roberto Yacomuzzi, a quien conozco desde chico, dentro de ese círculo todos se conocían. Todos ellos son grandes referentes de la cultura pampeana, aunque a muchos todavía no se los conozca”, repasa.
“El cancionero pampeano ha tenido muy poca difusión hacia afuera de la provincia, no es un cancionero que se haya dado a conocer comparándolo con provincias más antiguas que tienen una música más accesible de escuchar. Apenas dos o tres obras son las que más han trascendido y es una pena que no se den a conocer el resto del cancionero. Si bien se realizaron algunos trabajos de recopilación, pero parece que nada alcanza para poder completar ese circuito que permita conocer la obra de Julio Domínguez “El Bardino”, otro de los pilares de nuestra poesía, Fernández Mendía, Ricardo Nervi, Teresa Pérez, hay una infinidad enorme de poetas y escritores en la provincia de La Pampa que vale la pena conocer”, concluye.
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