El locutor, periodista y escritor murió este domingo a los 82 años. Su voz será recordada por haber sido una de las principales que se escucharon en el Festival de Folclore de Cosquín.
El locutor y escritor nacido el 14 de noviembre de 1940 en Córdoba, reconocido por su labor como director de Radio Nacional Folklórica y por haber sido una de las voces principales del Festival de Cosquín, falleció el domingo en el Sanatorio Güemes de la Ciudad de Buenos Aires. “Si bien estábamos enterados que últimamente no se encontraba nada bien, uno nunca quiere aceptar la noticia fatal y realmente me puso muy triste. Simón fue un comunicador con mayúscula, que no podría ubicarlo en ninguna escuela, ya que él mismo creó una manera única de comunicar”, dice Ricardo Luis Acebal, periodista, documentalista y fundador del Centro de Culturas nativas "La Panadería".
“Simón abarcó todo, escribió artículos para distintos medios gráficos, fue durante muchos años director de la Revista Folklore, escribió los libretos para el Festival de Cosquín, estuvo en televisión, pero por sobre todas las cosas, fue un hombre de radio, ese medio que reivindica la más antigua y pura manera de comunicarse entre seres humanos: la palabra bien dicha”, expresa en diálogo con Cacodelphia. “Tenía una voz excepcional como locutor, en ese sentido, podemos decir que estaba al nivel de Antonio Carrizo y Hugo Guerrero Marthineitz y como ellos supo lograr transmitir y generar imágenes a partir de lo que contaba, a través de una simple cita que hacía de un libro o de alguna música que proponía escuchar”, señala el comunicador radial, periodista gráfico y cofundador de “Nuestras Voces”, Movimiento Artístico Artesanal por la Identidad.
Marcelo Simón fue periodista, locutor, conductor y productor de radio y TV. Creador de programas como “Voces de la Patria Grande" (que tuvo también su versión en televisión), "La siesta de provincia", "Marca de autor" y “Folklore BA”, estos últimos en Radio Provincia de Buenos Aires. Además, fue autor y compositor de obras como “A Leonor” (con Juan José Muñoz y Humberto Cettolo), “Miguelito” (con Juan José Muñoz y Humberto Cettolo), “Niño del villancico” (con Ariel Petrocelli), “Para los novios” (con Leonor Marzano de Gelfo y Miguel Gelfo) y “Tu voz mama” (con Oscar Britos y Juan José Muñoz).
“Tenía una afición especial por investigar todo lo que tenía que ver con nosotros, fue un enorme lector y un muy buen transmisor de esas lecturas, es decir, un gran docente que, a partir de un enfoque serio, no solemne y, con palabras simples, sin hacerse el intelectualoso, supo explicar las cosas más complejas de nuestras culturas. Desde un lenguaje sencillo, que no significa un lenguaje económico, sino un lenguaje accesible, buscó que nos entendamos todos con más claridad”, explica sobre el estilo personal de comunicar de quien fuera productor, conductor de radio y televisión.
Una trayectoria con la cultura
En su larga e intensa trayectoria, Marcelo Simón obtuvo el Premio Konex 1997 en el área Música Popular y obtuvo una decena de premios Martín Fierro. Dirigió la revista “Folklore” y las radios Excélsior, El Mundo y Libertad. Durante 2013 y 2019 dirigió también Radio Nacional Folklórica. Su voz, seguramente, será recordada por haber sido una de las principales que se escucharon sobre el mítico escenario Atahualpa Yupanqui del Festival de Folclore de Cosquín.
En 1960 en la ciudad de Cosquín, en Córdoba, comenzó el Festival de Folclore, considerado por los estudiosos de los fenómenos socio/culturales, como el más importante de Latinoamérica. “Durante diez años, Simón fue el libretista de ese festival, desde que comenzó hasta 1970”, recuerda Acebal, sobre el trabajo del periodista y locutor en ese festival, al que estuvo ligado durante casi medio siglo, como guionista primero, locutor y maestro de ceremonias, después. “En ese tiempo, las aperturas de cada noche estaban dedicadas a una región determinada o a un aspecto geográfico determinado, por ejemplo, la noche de los ríos, la noche de las sierras, de los volcanes, entonces, cada apertura tenía una estructura impresionante y daba cuenta de un gran encuentro nacional. En aquellos años, además, donde no había tanta electrónica ni tanta macana, había en Cosquín una iluminación teatral muy buena, que daban un marco muy especial a esas palabras que entonces interpretaba Julio Mahárbiz”, repasa recordando el trabajo de libretista del conductor y productor, que fuera compañero y libretista de Alfredo Zitarrosa en LV2 de Córdoba.
Un año después del surgimiento del Festival de Cosquín, en 1961,se creó la Revista Folklore, el medio gráfico de excelencia que en varios formatos y con varias direcciones se mantuvo en circulación hasta 1982. “Marcelo Simón le puso también su marca y su estilo a esa revista. Dirigió la revista antes del golpe militar de marzo de 1976 y en ese tiempo editó dos libros, uno que habla de Neruda ("Adiós Neruda") y otro donde abordó el golpe militar contra Salvador Allende ("Detrás de la muerte"), y eso le costó que la Triple A, lo amenazaba de muerte. Luego el proceso militar lo tuvo a mal traer y se tuvo que ir un tiempo del país, no tuvo trabajo ni en broma, y todo eso por ser consecuente con lo que escribió y dijo a través de la radio y la televisión”, repasó.
“Si realmente queremos tener otro Simón o nosotros queremos parecernos a él, tenemos que empezar por parar la pelota y escuchar, para poder dar un mensaje parecido al de estos maestros y no caer en esa exageración de que el tiempo tiene que ser de tres minutos”, dice y completa: “para poder hablar y decir, es necesario escuchar, nosotros los seres humanos nos entendemos primero a través de la palabra, entonces, no puede ser que suplantemos y transformemos todo en dibujito, tratemos de poder hablar mientras podamos”.
“El mejor homenaje que se le puede hacer a Marcelo Simón, es seguir su ejemplo, asumir el compromiso que el asumió en la difusión de nuestra cultura nativa. La única muerte es el olvido y con él no habrá olvido nunca”, concluye.
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