El naturalista Cesar Massi brinda su mirada sobre las problemáticas que afectan a este ecosistema híbrido, donde convive la vida acuática y terrestre.
“La problemática del delta es diversa”, advierte el naturalista y divulgador Cesar Massi, quien identifica dos problemáticas puntuales que afectan el área: “En la parte inferior, tenemos alguna incidencia de lo que es proyecto inmobiliario y expulsión de gente. Para eso, además, hay mucha plantación de salicáceas, de sauce y de álamo que en general se prenden y se incendian en la parte del delta inferior”.
“La zona de la reserva de Usos Múltiples Victoria abarca unas 380 mil hectáreas que están declaradas como reserva. Acá la mayor cantidad de tierra es aprovechada para la ganadería y eso es lo que genera la mayor cantidad de incendios”, señala el especialista sobre la situación en el tramo superior del delta. En este sentido hizo la distinción entre la quema cultural, realizada por los pobladores isleños, y la quema realizada por la megaminería, la cual alcanza hasta el nacimiento del río. “Se quema el río entero no solo las islas, sino que se queman los 800km del río”, advierte el entrevistado.
A la quema intencional, se le suma la gran sequía que viene sufriendo el territorio donde solo llovió 7 milimetros en los últimos 4 meses. Esto produce que el río no pueda “apretar el botón de reset” a través de la crecida de su caudal de agua. “El río hoy está en una situación de estrés gigante, hace tres años que tenemos sequía con un río que ya no tiene lagunas. Todo lo que era un humedal, ahora está seco, no hay arroyos ni muchos riachos que corten el fuego. Entonces, cuando uno prende, quema de a 5 mil a 10 mil hectáreas”, señala Massi en comunicación con Una Amiga Imaginaria.
Esta modificación del paisaje también impacta en los ecosistemas propios de los humedales donde ya se registraron modificaciones drásticas en su biodiversidad. El proyecto de la ley de humedales viene a atender a estás modificaciones en la flora y fauna autóctonas atendiendo a las particularidades de las islas. “En nuestro país el 70% de los dólares que entran, entran del agro, y esa presión es presión sobre el ecosistema. Porque llega un momento que la misma tierra que siempre se cultiva llega al límite de rendimiento y necesitan ir por más y ese ir por más significan desmonte y significa fuego en los humedales”, detalla al cierre de esta entrevista.