La escritora juvenil presentó Espejos, su primer poemario, a través de Editorial Sudestada con prólogo de Juan Sola e ilustraciones de Juan Chavetta.
“Poesía es lo que yo escribí toda mi vida, siempre, pero no tenía ningún poemario publicado. Yo me metí en el mundo de la autoría con la ficción para adolescentes, y la poesía era como una deuda que tenía conmigo misma”, contó la escritora Mariela Peña sobre la presentación de Espejos, su último libro editado, “una recopilación de poemas que algunos tienen vario años y otros están escritos especialmente para el libro”.
“Tengo el recuerdo de escribir poesía de toda la vida, desde chica. La usaba para decir o expresar aquello que capaz con palabras no me salía, o sentía que era insuficiente, eso que te arde adentro y sobre todo cuando sos adolescente, que es tan difícil el decir. Después de grande también se nos complica la cuestión de decir, pero en la adolescencia se le suma el pudor, esa cosa de no me van atender. En principio fue una cuestión medio catártica, creo que es como empezamos la mayoría, y después fue tomando una forma porque me anime a escribir personajes, a escribir sobre cosas que no necesariamente me pasan a mi. Espejos está lleno de poemas que no hablan de mí”, contó la poetisa en comunicación con Una Amiga Imaginaria.
El año pasado Mariela presento No Crea Todo lo que Escuchas, la tercera y última parte de la saga juvenil No Creas. “Pasan muchas cosas en las redes, pasan muchas cosas en ese aparatito que a veces los grande demonisamos un poco porque los vemos a los pibes que estan todo el dia y les decimos conectate con la realidad. Bueno, la realidad pasa por ahí también y esto estaria bueno dejar de negarlo. Digo, vamos a perder menos energía, nos vamos a frustrar menos. Las redes te permiten un espacio en donde nadie te puede interrumpir, por eso creo que todos tenemos esa necesidad de utilizar las redes como si hubiese un auditorio viendonos, escuchandonos y, tambien, creo que tiene que ver con eso, con la carencia de espacios para poder decir, para poder hablar, para poder manifestarnos. Entonces ahí lo encontramos y creo que tiene un perfil muy bueno, muy positivo, que eso suceda”, reflexiono sobre la historia de Ambar, una joven que se relaciona con un influencer.
Para la escritura de la trilogía, que comienza con No Creas Todo Lo Que te Digo, Mariela se acercó al mundo de quienes transitan la adolescencia hoy en día a través de las juventudes. “Hoy por hoy un año ya es un montón de tiempo, me refiero a los cambios y demás. Me di cuenta de que estaba muy enfrascada en mi mundo adulto y me pasaban cosas fundamentales por al lado inadvertidas,y en ese contacto que necesariamente tuve que tener, porque sino era imposible. Hubiese sido poco genuino, inverosímil (...) tenía que tener este contacto y es que me di cuenta de que nosotros tenemos mucho mas para aprender(...) tenemos que aprender a darles esos espacios a los y las adolescentes para que se puedan expresar y nos puedan enseñar”, concluyó
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