Un estudio científico realizado a nivel local permite conocer datos acerca de organización doméstica, cuidados, vida cotidiana y escolarización durante la emergencia sanitaria.
Un grupo de investigadoras e investigadores trabajó durante agosto y noviembre del 2020 en la investigación “Condiciones de vida de los hogares y cuidados frente al aislamiento social preventivo y obligatorio por COVID-19 en La Plata, Berisso y Ensenada. Estado de situación del bienestar infantil y propuestas”. La directora fue Susana Ortale e intervinieron el Centro de Estudios en Nutrición y Desarrollo Infantil (CIC/PBA), la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP y el Centro Interdisciplinario de Metodología en Ciencias Sociales dependiente del CONICET.
"Fue un trabajo interdisciplinario con sociólogos/as, psicólogos/as, pediatras, nutricionistas, antropólogos/as, comunicadores/as. El objetivo era, ubicándonos en estas ciudades, ver las condiciones de vida y las problemáticas que atravesaron niñas, niños y adolescentes sobre el ASPO, que fue una situación inédita. Hicimos esta indagación en 2020 cuando las medidas de aislamiento estaban muy fuertemente establecidas y las medidas se estaban respetando mucho", expresó una de las investigadoras, la comunicadora social Mariángeles Vallejos. El trabajo también contó la colaboración de jardines y escuelas de la zona de gestión pública y privada.
El estudio se basó en encuestas y entrevistas en los partidos de La Plata, Berisso y Ensenada y buscó indagar cómo atravesaron las familias el proceso de organización doméstica, cuidados, vida cotidiana y de escolarización durante el aislamiento, social, preventivo y obligatorio (ASPO) en el marco de la pandemia.
Este trabajo reveló datos sobre la vida cotidiana de las personas y un aspecto a destacar es que durante el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, las tareas del hogar quedaron bajo responsabilidad de las madres en un 52%, 41% ambos cónyuges por igual y 5% padres, evidenciando mayor peso de las tareas domésticas en personas que tienen bajos niveles educativos.
Dentro de aquellos hogares en donde se reconoce la sobrecarga de tareas domésticas, en la casi totalidad de los casos se trata de la madre (91%), recayendo en los padres solo en el 5% de los casos.
Otros resultados interesantes del trabajo, fueron los de las preguntas relacionadas al proceso de escolarización. La conexión/servicio de internet estaba presente en el 79,4% de los hogares, aumentando este porcentaje en quienes asistían a escuelas privadas y en los hogares cuyas informantes tenían niveles educativos superiores.
En relación con los dispositivos electrónicos disponibles, el celular (con datos móviles) estaba presente en el 96,7% de los hogares, TV en el 93,4%; seguido por la notebook con 44,4%; computadora de escritorio/PC 36,0%, y tablet de 33,9%.
Como conclusiones del estudio, el equipo investigador identificó una mayor sobre carga de las tareas domésticas y de cuidado sobre las mujeres, sobre todo aquellas de bajos niveles educativos. Las familias se mostraron conformes con la tarea de los y las docentes en lo que respecta al vínculo entre los/as estudiantes y la escuela pese a las dificultades de la etapa y advierten que es necesario intensificar el acceso al equipamiento tecnológico de niños, niñas y adolescentes a fin de garantizar mayor igualdad en el sostenimiento de los procesos de enseñanza y aprendizaje.
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