El caso de mayor relevancia es el del joven que atropelló y mató a dos personas que lo habían robado en Fisherton. Amparándose en una legitima defensa aún no comprobada, las autoridades lo dejaron en libertad a la espera del juicio.
Flavia Campeis, Licenciada en Comunicación Social egresada de la Universidad Nacional de Rosario, periodista de FM Poriajhú, se enlazó vía telefónica con el aire de Los Mundos Posibles para reflexionar en torno a los hechos que terminaron con la vida de dos jóvenes en el barrio Fisherton, de la capital santafecina, que fueron atropellados por una persona a la que habían robado: “Estas situaciones de salir a atropellar después de robo o intento de robo tienen antecedentes, acá en Rosario hay un antecedente muy fuerte que es el crimen de David Moreira, un joven de 18 años que fue linchado por vecinos después de un intento de robo en 2014, alrededor de 100 vecinos lo patearon, lo golpearon y ese caso fue tan conmocionante para la ciudad y para el país que incluso el Papa Francisco habló del caso”.
Según las crónicas periodísticas, le habían robado una mochila con plata y el celular, cuando estaban escapando, se subió a la camioneta, los persiguió y los atropelló: “Permaneció detenido por una semana, ya estaba imputado, se le dictó prisión preventiva por 60 días hasta que continúen las pericias, pero la justicia santafecina determinó liberarlo 15 días después porque consideró que, luego de que él declarara, no había una peligrosidad procesal de que se escape, entonces podía esperar el juicio en libertad”.
“De estar acusado por doble homicidio y permanecer en prisión por 60 días, a los 15 días queda en libertad, en el medio hubo reclamos de vecinos, hubo movilizaciones, hubo un gran sector de la sociedad que hasta crearon grupos en redes sociales exigiendo su libertad, y también se dijo de todo sobre quienes le habían robado, los padres de uno de los chicos que murieron atropellados hablaron con el diario La Capital y lo que desató esa charla en cuanto a los comentarios fue muy brutal, estaban no sólo dolidos por la muerte de su hijo sino también por todo lo que se dijo de ellos, acusando a la madre de "mala madre", acusando al padre de no haber cuidado o hecho trabajar a sus hijos”, explicó la periodista, quien reconoce que se trata de una situación compleja con muchas aristas.
La trama se vuelve más compleja cuando se toma en cuenta que la fiscalía ya anticipó que se espera reducir la caratula de homicidio doble, la cual supone una condena de 25 años de prisión, a una pena máxima de 6 años con posibilidad de excarcelación, lo cual ya cuenta con el aval del juez que autorizó al joven a esperar el juicio en libertad: “Esto pone en debate la justicia por mano propia, la legitima defensa, y nuevamente las detenciones civiles como le llaman algunos medios de comunicación”.
“A los días que ocurrió este hecho, en pleno centro de Rosario, detuvieron a un chico que había robado una bicicleta, lo golpearon, lo dejaron tirado en el piso, hasta que llegó la Policía y se lo llevó, yo estaba en lugar de los hechos y escuché a dos personas comentar si "¿No se amendrentó con lo que le hicieron a los otros dos ladrones?", la magnitud de dos muertes después de un robo, la terminan llevando a un ladrón de bicicletas que golpearon y así sin fin”, advirtió Campeis con preocupación.
A la hora de declarar, el joven pretextó haber obrado en legitima defensa, lo cual supone una figura judicial que entra en crisis frente a los hechos: “Francisco Broglia es defensor público y docente de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, él analizó lo que sucedió desde una mirada jurídica y dice que la legitima defensa tiene que ser proporcional al riesgo al que se enfrenta esa persona, es una situación válida en algunos momentos, en este caso el chico fue apuntado con un arma, le robaron, se fueron y él se fue atrás a buscarlos, recorrió 7 cuadras, casi un kilometro, se subió a la vereda, los pasó por arriba, acá la legitima defensa no estaba aplicada”.
A modo de cierre, Campeis contrastó nuevamente el argumento del joven con lo sucedido concretamente: “Dijo que estaba muy nervioso, que después del robo entró en shock, que los siguió para frenarlos hasta que llegara la Policía, pero la realidad es que se subió a la vereda, que iba a gran velocidad y les pasó directamente por arriba y que a él sólo lo frenó un árbol contra el que chocó después de pasar por arriba a los chicos”.
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