El docente, actor, director y dramaturgo platense iba a presentarse en el 4to Festival de Teatro Independiente de Almirante Brown con Reflejo y Una Mirada, obra de Analiía Aristegui sobre textos de Shakespeare. Por un caso de contacto estrecho dieron de baja la obra para más adelante. “En La Plata esta segunda ola nos encuentra justo cuando íbamos a dar la patada inicial”, señaló.
En puertas de la segunda ola de contagios en la región metropolitana, el teatro independiente sigue preparándose para volver. “En el caso del teatro independiente se hace muy difícil la distancia, los espacios aireados, todas las condiciones que se necesitan para volver a escena”, contó el dramaturgo Omar Musa en comunicación con Cacodelphia. Esta situación llevó a que en Buenos Aires hayan cerrado ya “casi 30 espacios culturales porque no pueden soportar los gastos que genera tener una sala (...) las obras de teatro son lo que menos produce para una sala teatral, aún independiente. Estas suelen vivir de lo que son los talleres y, al no existir estos, van desapareciendo” detalló.
Con el cierre de talleres y salas, sumada a la merma en el trabajo docente artístico, la pandemia dejó en relieve que “la precarización laboral de los artistas (música, danza, teatro, cine independiente) ya viene de hace muchos años. Se han ido perdiendo puestos de trabajos oficiales en el caso de la ciudad de La Plata y esa situación se disimulaba porque la gente ejercía su rol de profesor. Podían vivir de otras pequeñas actividades vinculadas. Pero de golpe los cuatro años del gobierno macrista y la pandemia que se inició en el año 2020 ponen luz sobre esta situación grave que hace mucho estamos soportando y que creo que debemos resolver de una vez por todas”.
Nuevas herramientas para un mismo arte
La situación de artistas en pandemia ha llevado a explorar nuevos formatos que hasta entonces no habían sido explorados. El teatro virtual, contra todo pronóstico presencial, fue uno de ellos: “si bien apareció desde la emergencia, generó una forma interesante en sí misma. Genero discusión, debate interno. Creo que toda forma de comunicación es interesante y toda forma de exploración importa siempre. Se trata de sumar mientras uno va preparando el regreso”, explicó Omar.
En este sentido el actor propone pensar la virtualidad como “una cuestión de herramientas”, que poseen lógica propias que no se interpone con lo teatral y le permite al artista producir un mensaje: “cuando hablamos de producir no hablamos exclusivamente de producir para ganar desde lo económico, sino también aquello que más nos mueve que es producir debates, ideas, producir formas distintas de ver el mundo, de ver la vida, producir arte”.
“Por supuesto que nada va a reemplazar la presencialidad, el cuerpo del otro, el calor humano que efectivamente se siente cuando uno está en un escenario pero todas son formas de producir arte. Todas son formas de llegar a los demás que es lo más importante en definitiva. El arte siempre se ha tenido que adaptar y siempre ha buscado nuevas formas. (...) lo importante es lo que tenemos para decir, lo que tenemos dentro nuestro, lo demás son herramientas aleatorias que se podrán llevar adelante en un momento o el otro, distintas, pero el teatro está en el cuerpo. Una posición frente a la vida, un espejo de nuestros problemas, un sentimiento, una emoción, un amor hacia los demás, una posición políticas”, concluyó.
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