El grupo interpreta e investiga las músicas de los llanos de Colombia y Venezuela.
“Camoruco es un grupo dedicado a la música llanera, a la música de los llanos de Colombia y Venezuela. Es la música folclórica, la música criolla de esta región. Que identifica tanto a esta gente, a estas culturas de los llanos colombo venezolanos”, contó Lautaro Pérez Miranda en el aire de Futura en Casa. En este sentido, no se trata sólo de una agrupación musical que explora los sonidos de este género sino que habilita “preguntas de en qué contexto se toca esta música. Cuál es su relación con la historia, la cultura, el territorio, con la vida diaria de las personas”. Por eso, Camoruco propone "difundir la música llanera, no solo como una música linda, bonita y alegre, sino también vinculada a las personas que la hacen, que la interpretan y que se identifican con ella".
“Algo que nos ha permitido abordar esta música a distancia es tener un panorama y una perspectiva muy amplia de cómo han sido los procesos culturales que se han desarrollado con estas músicas”, señaló su compañero Jhon Narvaez. Y agregó que “la música muchas veces se va perfilando a través de la industria discográfica, de los festivales de música. Se va llevando hacia un imaginario y un estereotipo que se va cristalizando en la música de esa manera. Pero esta forma de querer acercarnos, nos ha encontrado y nos ha llevado a encontrarnos con una gran variedad de instrumentos que hoy en día se tocan (…) y también eso, la necesidad de mostrar una diversidad alrededor de estas músicas y esa posibilidad de verla tan amplia poderla compartir”.
“El tema de los cantos de trabajo de llano en un tema clave en este sentido para poder entender los procesos que atraviesan las sociedades rurales en Latinoamérica”, ejemplificó Lautaro.
Los cantos llaneros se daban en una región históricamente ganadera que, tras la implementación de monocultivos y la industria agropecuaria, fueron desapareciendo al estar ligados al trabajo de ganado: “los cantos de trabajo son diferentes cantos, diferentes entonaciones, diferentes formas musicales que se interpretan para acompañar el trabajo con lo animales, ya sea el ordeño, el corral, donde el ordeñador establece un vínculo íntimo, directo, con la vaca que está ordeñando y con los becerros o los otros trabajadores del corral”, puntualizó.
A través de la música llanera, la investigación y la gestión cultural los músicos promueven “una posibilidad , a través de la música, de conocer más de las culturas latinoamericanas. Entonces cada concierto, cada actividad en la que tocamos es una experiencia intercultural. Una experiencia donde uno aprende”. Además, se encuentran abocados también a generar una organización SONORA para el estudio de los territorios sonoros de América Latina.
El cuarteto Camoruco está integrado además por Amanda Rosso y Juan Viviani Ghiselli.
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