La música, cantora y compositora recorre parte del mundo escuchando, investigando cantos y decires de la gente. Compartió parte de su recorrido artístico y habló de la época como integrante del grupo Los Musiqueros, interpretando repertorios latinoamericanos.
Luego de haber vivido en Cuba e Italia, Claudia Salomone regresó, en 2014, a La Plata. Entre otras actividades, se dedicó estudiar la carrera de Música Popular en Avellaneda y, actualmente, está terminando el profesorado de Etnomusicología en Ciudad de Buenos Aires. “El etnomusicólogo es una mezcla de cosas, es medio un etnógrafo, tiene que ser un músico, pero sobre todo es una pasión de ver la canción, la música, el colectivo en su lugar, en su cultura, en su medio", explicó.
Claudia grabó, individual y colectivamente, cuatro álbumes , que incluyen varios temas propios
En los años ’80 Claudia integró en La Plata el grupo de música latinoamericana Los Musiqueros junto con Raúl Finocchi, Carlos Pineda y Gabriela Maure. “Éramos cuatro locos, no había como ahora tanta data, entonces con los discos o con los viajes de Carlitos que había ido al altiplano y se traía los instrumentos con Gaby Maure, una autodidacta que fue mi maestra en el folclore latinoamericano. Raúl se estaba haciendo un violín y también tocaba la verdulera y yo llegué a comprarme un arpa venezolana", recordó. Así, el cuarteto se fue haciendo un repertorio de temas folclóricos de distintos países de Latinoamérica: “con los instrumentos, con los timbres, era una locura total, íbamos con una Rural Falcón, entre hijos e instrumentos no entrábamos".
“En plena época de la vuelta de la democracia, tenía un sentido muy profundo para todos nosotros una peña universitaria o un canto ritual de Cuzco o un joropo, yo no entendía muy bien la diferencia de todas las cosas pero las olfateábamos y las ensayábamos mucho tiempo y creo que en ese momento fue un poquito la punta de lanza de lo que hoy maravillosamente son las música étnicas que circulan en los colectivos aquí o en agrupaciones impresionantes”, señaló en diálogo con Futura. El espíritu del grupo estaba estrechamente vinculado al momento histórico que se vivía en el país: "En aquella época era como ir buscando, ir socavando las raíces…teníamos un agujero muy profundo, había sucedido nada menos que un genocidio y entonces quizás nos conectamos con aquello que todavía no podía poner otra vez en nuestra tierra y hacernos sentir nosotros (...) la Guerra de Malvinas hizo un hito muy importante, hizo una bisagra bastante interesante que fue algo bastante trágico pero una de las cosas fue que Galtieri prohibió la música en inglés, entonces las discográficas lo que hicieron fue empezar a grabar mas a los músicos de acá”.
Música de la Patria Grande
Durante los últimos años, Claudia ha viajado varias veces a Cuba investigando las raíces africanas de la música. "Ahora veo que hay rumbas por acá por La Plata, colectivos de tambor, y me emociona porque esas cosas antes nosotros teníamos que viajar y evidentemente ahora están viajando los géneros otra vez como fue alguna vez que viajó, que es la característica de lo afro, que es meterse entre todas las raíces y hacerse raíz también", dijo.
"Entre las músicas tropicales está la cumbia, pero también son los boleros, si lo pensamos así como una imagen seria todo lo que irradia el Caribe sobre esta tierra ¿quién no escucho Los Panchos que ponía la mamá?"
Claudia recordó otra vez hacia la movida musical de la década de los años 80, “la explosión cultural , la combinación con el rock, el folklore, el jazz, la presencia cada vez más notoria, de ritmos afro de éste lado del Río de la Plata …hay ahora todo una revisión del candombe de Buenos Aires”.
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