El músico jujeño Bruno Arias habló con La Pulseada Radio sobre las satisfacciones que le brinda su carrera y señaló que entre nosotros “muchos votaron llevados por el odio y la manipulación de los medios”
– Naciste en El Carmen (Jujuy) hace 39 años y afirmás que es una provincia en la que resulta muy difícil sustraerse a la música porque los carnavalitos o los huaynos están como flotando en el aire ¿Cómo fue tu inclinación hacia esto hasta convertirse en una profesión y un proyecto de vida?
– Más que nada empezó en la escuela, cuando era changuito. A los 7 u 8 años mi papá ya me llevaba a los festivales y amanecía con él viendo a los artistas. Me acuerdo que me ponían en la primera fila, me tapaban con un poncho y yo me quedaba ahí escuchando a Los Chalchaleros, Los Cantores del Alba, Los Fronterizos, Jacinto y Peteco Carabajal , Tomas Lipán , Los Carabajal u otros grupos de la época. Después, a mis 14 o 15 años, aparecieron Los Nocheros. Lo de la música se fue dando naturalmente. Cuando cursaba la secundaria no había todavía celulares ni playstation . No estábamos contaminados por todo eso. Con mis compañeros jugábamos a quién tocaba mejor la guitarra, quién sacaba las introducciones o quién se le animaba a los punteos de los temas más conocidos como Puente carretero , Hermanos Kakuy o Déjame que me vaya . Nuestro cancionero estaba habitado por temas como Las moras , de la primera grabación de Los Nocheros, o por las creaciones incluidas en Borrando fronteras , el álbum que Peteco Carabajal lanzó en 1995.
“La propia gente te va tirando data, dando información. ¡Qué más quiero que poder tomar algo de eso y lograr visibilizarlo a través de una canción!”
– Ya llevás cinco discos grabados, al que habría que sumarle el que hiciste con El Bondi Cultural . Si te ponés a revisar toda esa producción ¿ves qu e hubo cambios muy notorios o que la esencia sigue siendo la misma?
–Obvio que hubo muchos cambios. Uno va creciendo artísticamente día a día, va evolucionando, modificando la forma de interpretar las canciones, de tocar y de valerse de los instrumentos. También se va nutriendo de otras herramientas que nos da la vida. Ir caminando, transitando, te lleva a descubrir nuevos caminos y rumbos. Todo eso va influyendo en tu arte y la música va tomando otros colores, otras formas, otros mensajes. Se potencia con las nuevas experiencias. Creo que cada uno de mis discos ha ido teniendo un repertorio distinto y un sonido diferente. También hay variaciones en el estilo, dada la búsqueda constante de hacer algo que sea distinto, que sea propio, que tenga su identidad, que no copie a nadie aunque siempre se tengan muchas influencias. Entiendo que al principio mi música tenía más que ver con el paisaje y la cultura de Jujuy. Con el coya, con el carnaval, con agosto, el mes de la Pachamama, con todas las fiestas tradicionales que hay en mi provincia. Todo eso fue especialmente plasmado en mi primer y segundo disco. A partir del tercero, Kolla en la ciudad , empiezo a hacerme más cargo de las demandas de los demás de decir cosas a través de mí. Surge otro mensaje que tiene menos que ver con el paisaje y más con las necesidades de la gente. Seguramente incidió que empecé a vivir más tiempo lejos de mi región, comencé a ver otro tipo de realidades y fui sintiéndome cada vez más cerca de los más pobres. El propio público me va mostrando cosas. Una vez se me acercó un chico de Perú y me preguntó por qué no tocaba ese ritmo que se llama salay . A partir de allí me puse a investigar un poco y compuse un tema, carnavalero y festivo, que se lama Salay vidita . En otra oportunidad, integrantes del Ejército Zapatista de Liberación de México me acercaron un documental que se titula Caminantes. Eso me inspiró para hacer la saya caporal llamada, precisamente, Caminante . La propia gente te va tirando data, dando información. ¡Qué más quiero que poder tomar algo de eso y lograr visibilizarlo a través de una canción! Conseguir algo así está entre lo más maravilloso que uno puede lograr como cantautor. Por lo menos a mí, es lo que más me llena y satisface.
– Hace poco tuvimos el gusto de hablar con la gran folklorista venezolana Cecilia Todd. Nos contó que estuvo en Brasil, cantando por la libertad y la no proscripción de Lula. Y nos dijo que el representante de la Argentina en esos actos fue Bruno Arias ¿Cómo fue esa experiencia? ¿Qué te dejó?
– Primero me permitió confirmar que Latinoamérica está muy manipulada por los medios hegemónicos de comunicación y que las grandes empresas, los grandes capitales, no quieren que haya distribución de la riqueza y que los pobres tengan acceso a muchas cosas, como la educación pública o los subsidios a los servicios. Me sirvió para tomar más conciencia de la gravedad de lo que está pasando en nuestro país a partir del cambio de gobierno. Creo que ninguno que ande por la calle viendo la situación actual y tenga dos dedos de frente puede defender al modelo político que se ha impuesto. Yo, por lo menos, conozco a mucha gente que los votó y está arrepentida. En Brasil, los campesinos y la gente más humilde han recibido muchos más beneficios que en la Argentina y tienen una mayor conciencia política. En los ambientes rurales por los que yo transité noté que la gente tiene cierta formación política que no he visto en la Argentina. Un campesino pobre brasileño sabe identificar las diferencias entre pensamientos políticos y reconoce para qué lado juega cada uno. Acá en la Argentina mucha gente votó manipulada por los medios, con odio, sin tomar verdadera conciencia de qué era lo que estaban eligiendo. Macri ya ha dejado en claro que es un gobierno de derecha, un gobierno de ricos que favorece a los ricos y que se encarga de que los pobres sigan siendo pobres. Ya se han sacado la máscara hace rato. De todo lo que prometieron en campaña no han cumplido nada, ni con los docentes, ni con los jubilados, ni con los demás sectores. Encima han hecho que vuelva el FMI. ¡Hay tantos puntos para plantear y debatir! En Brasil fue impresionante participar de festivales donde había cincuenta mil personas junto a grandes referentes de la música popular de ese país, como Gilberto Gil , Beth Carvalho , Chico Buarque o Chico César , entre otros, todos con la absoluta convicción de defender a Lula. Compartir el camarín con ellos y subir al escenario para hacer unidos una canción fue muy emocionante. Como debut en Brasil no pudo ser mejor. Encima tuve la suerte de acompañar con la guitarra a una referente de Venezuela como es Cecilia Todd.
– Pese a lo que decís, muchos señalan que hechos como la destitución de Dilma o el encarcelamiento de Lula no hubieran sido posibles en la Argentina, por la tradición de movilización que existe entre nosotros.
– Sí, quizás en la Argentina la gente sale más a la calle y hay otra forma de expresarse. En la Capital Federal, por ejemplo, es muy fuerte lo que pasa en ese sentido. Tuve la suerte de tocar en la manifestación que se realizó contra el FMI en el Obelisco, delante de cien mil personas, y fue algo tremendo. Era un mar de gente con ganas de salir a descargarse respecto de todo lo que viene pasando con los despidos, el dólar, el ajuste, el cierre de ministerios y los recortes en diferentes áreas, sobre todo en cultura.
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