El Ministerio de Finanzas, presidido por un miembro del Deutsche Bank y JP Morgan, Luis Caputo, acaba de anunciar la emisión de un bono a pagar en cien años y con una insólita tasa de interés del 8,25% anual ¿Cuáles son los riegos concretos velados detrás de este supuesto gesto de confianza con las inversiones internacionales?
"Estamos ante un episodio que es histórico, no solamente dentro de la lógica de endeudamiento permanente, sino que acá hay una duda procedimental", expresó Francisco Cantamutto, licenciado en economía y doctor en investigación y ciencias sociales, en dialogo con RAP.
"En estos días se está por producir la reevaluación de la Argentina como deudor, en teoría le van a subir la calificación de riesgo, con lo cual, si para emitir bonos esperaban una semana, seguramente se iba a pagar una tasa de interés bastante menor, este apuro por emitir este bono, recordemos que la tasa que acaban de referir está duplicando o triplicando la tasa que estaban pagando otros países que emitían bonos semejantes -México, Bélgica pagan alrededor del 3%- da lugar a sospechas en relación a qué es lo que provocó la premura", manifestó el letrado, también maestro de de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).
Cantamutto hizo hincapié en los "múltiples gestos al capital financiero, que incluyen la participación en estos foros internacionales como Davos, como el G-20, este año se organiza acá la reunión mundial de la organización mundial de comercio, son gestos de anuencia que las empresas del mundo empiezan a ver con buenos ojos pero acá igual hay que dejar algo en claro: que hagan estos gestos, que mejore la calificación de riesgo no significa que después hagan inversiones, digo esto porque según el relato oficial iba a llegar una lluvia de inversiones productivas que no solo no ha llegado sino que más bien hemos estado salpicando hacia fuera, el neto de inversiones productivas ha salido del país en este año y medio".
Por último, Cantamutto se refirió al "hecho de que muchos representantes de los bancos estén en este momento dentro del gobierno o en connivencia directa, el caso de Caputo es el más claro pero antes Prat Gay lo mismo, era de la J.P. Morgan, le dan información privilegiada que permite a su vez que estos grandes bancos internacionales - el J.P. Morgan, el City Bank, el Deutsche Bank, el Boston- le transmitan esta información a sus clientes privilegiados, con lo cual han estado utilizando esta posibilidad de timbear la plata, esto en la jerga financiera se vende como algo neutral pero lo cierto es que en caso de que se produjera esta estampida de lebacs a pesos y de pesos a dólares, esto podría generar una corrida cambiaria, una devaluación".
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