El lunes 15 de mayo se inició el histórico juicio. María Luz Santos Morón señaló los puntos principales del juicio.
“Se trata de un proceso que llega tarde, completamente fragmentado y no refleja la magnitud de los hechos cometidos por la CNU en esos años, ya que son únicamente juzgados Castillos y Pomares, cuando sabemos que son muchos más los involucrados y responsables de los operativos”, aseguró en Cacodelphia, María de los Santos Morón, abogada del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CEPRODH). Aclaró además que "a los dos integrantes de la organización de extrema derecha, se los está juzgando solo por siete casos, cuando en la ciudad de La Plata, según las investigaciones que se han desarrollado sobre el tema, fueron alrededor de 60, los crímenes cometidos por esta banda paraestatal”.
Carlos "el indio" Castillo y Juan José "Pipi" Pomares, integraban la Concentración Nacional Universitaria (CNU) y por los crímenes cometidos en nuestra región antes y durante el golpe de 1976, comenzaron a ser juzgados por el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata.
“Se trata solo de dos integrantes de la organización de extrema derecha que actuó en La Plata con aval político del entonces gobernador de la Provincia de Buenos”, dijo Santos Morón. Y destacó que “el juicio refleja la represión sucedida, previo al golpe genocida, que fue llevada adelante por la CNU y la Triple A, con la anuencia del gobierno de Victorio Calabro y de Isabel Martínez de Perón”.
La Triple A y la CNU “se caracterizaron por ser organizaciones paraestatales y fascistas que actuaban de una forma brutal y fueron el brazo armado que llevó adelante la represión y una persecución sistemática y generalizada, contra militantes y luchadores de los años ‘70”, explicó la abogada.
Detrás del ropaje de democrático
Al ser consultada sobre la complicidad de las fuerzas de seguridad con los crímenes de Lesa Humanidad cometidos por la patota de la CNU, la abogada que integra la querella Justicia Ya, recordó que “los diferentes testimonios que se han brindado a lo largo de estos años, demuestran que hay una clara vinculación con sectores de la fuerzas represivas. Estas bandas –dijo- actuaban con el amparo de las fuerzas represivas y el poder político, ya que les eran completamente funcionales”.
Por los testimonios de los sobrevivientes brindados en los Juicios por la Verdad, 40 años después de que fuera desmantelada la organización criminal, sabemos la complicidad que existió y los vínculos políticos que mantuvo la organización con el Estado. “La CNU, al momento de su creación, por ejemplo, tenía vínculos directos con el mismo Perón”,señaló.
Esos vínculos políticos aparecen reflejados, en las relaciones con la clase política, que Castillo y Pomares tejieron en democracia. “Gracias a ese poder político -aseguró Santos Morón- gozaron de impunidad durante todo estos años”.
“Pomares, por ejemplo, declaró que su último trabajo fue en la Cámara de Senadores como asesor del Frente para la Victoria y antes, había sido funcionario del ex Ministro de Justicia y DD.HH de la Nación Julio Alak, cuando este se desempeñaba como Intendente de la ciudad y también estuvo vinculado con Bruera”, relató la abogada querellante. Por su parte, repasó Santos Morón, “el Indio Castillo, es conocido que formo parte de la organización de extrema derecha fundada por Aldo Rico. Y nadie podía desconocer esta información, porque ya existían declaraciones desde hace mucho tiempo”.
“Se trata entonces de civiles que actuaron con total impunidad y que fueron encubiertos por el mismo poder político en años de democracia. Y seguramente el juicio aporte nuevos nombre de victimas como de responsables”, manifestó.
Sin crucifijos en la sala
Basado en la condición laica del Estado argentino, en la primera audiencia del juicio “desde la querella de Justicia Ya, hemos solicitado que se retire el crucifijo que está detrás de los magistrados” contó Santos Morón. “Porque para muchos sobrevivientes, significa el símbolo de la tortura”.
“Hay que tener en cuenta el rol que jugó la Iglesia en aquellos años del terror y el rol que juega hoy planteando la reconciliación” repasó y agregó que a toda esa carga “hay que sumarle que la CNU, entre sus pilares ideológicos tenía los valores pregonados por la institución Católica”.
Santos Morón contó que “el tribunal resolvió por mayoría retirar el crucifijo y se comprometió a realizar todos los trámites necesarios, para que no esté en la sala, al momento de que los testigos tengan que brindar declaración”.
El juicio que comenzó el lunes 15 de mayo en la sede de la justicia federal de 8 y 50, se estima que durará un mes, con audiencias convocadas para los lunes y miércoles, a las 10 horas.
Escuchar la entrevista completa a María Luz Santos Morón:
Fotos: Gabriela B. Hernández