Viajan desde todos los extremos del país para presentar un anteproyecto de ley por el “buen vivir” en el la Cámara de Diputados de la Nación.“El buen vivir es para nosotros, milenariamente, la relación armónica con la naturaleza y la reciprocidad de los pueblos” explica Moira Millán, dirigente de la comunidad mapuche.
Moira Millán,dirigente de la comunidad mapuche
Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo - Línea Fundadora
Osvaldo Bayer, escritor, historiador y periodista
Este martes, 21 la capital porteña será escenario de la primer marcha de mujeres originarias por el buen vivir. La iniciativa es producto de un trabajo de más de dos años de las 36 naciones indígenas argentinas. Se presentará en el Congreso un ante proyecto de ley para la creación de un concejo de mujeres originarias para el buen vivir. Su principal función será preparar y realizar un proceso de consulta nacional a los argentinos y originarios sobre cómo construir un país basado en la reciprocidad de los pueblos y con la naturaleza.
Moira Millán, en una charla realizada en la Facultad de Humanidades pidió un día para comenzar a construir un nuevo país: “en 200 años jamás le pedimos nada y todo lo hemos dado, les estamos pidiendo un día de ustedes para empezar a parir un nuevo país; un día en estos 200 años, necesitamos que el 21 de abril seamos millones en las calles, porque venimos a proponer el buen vivir como derecho”.
El proyecto realizado por las mujeres de 36 comunidades originarias de nuestro país tiene el fin de comenzar a sentar las bases para entender al Estado y sus políticas de una manera distinta a la que hoy conocemos. Las mujeres movilizadas quieren comunicarle a la sociedad que “que ya no podemos seguir caminando de manera desencontrada porque ya no hay mañana para nosotras”, tal como afirmó Moira y agregó “queremos empezar hablar con el pueblo argentino para poder construir un futuro y para poder perpetuar la vida porque estamos cansadas de tanta muerte."
En la charla realizada el jueves pasado en la Facultad estuvieron presentes el escritor y periodista Osvaldo Bayer y la madre de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas. Con su reconocida trayectoria en la defensa de los derechos y la historia de los pueblos indígenas, Bayer expresó su alegría por estar en ese panel y dijo que “las mujeres de los pueblos originarios se unen con la hermosa palabra del ‘buen vivir’: ellas luchan por el buen vivir”; luchemos por eso, lucharemos por nuestra conciencia, lucharemos por la justicia que nunca se hizo cumplir”. Por su parte Nora dijo que tenemos que seguir “preguntando para qué tenemos seguir luchando, cuáles son los objetivos; son que seamos un pueblo con igualdad, que podamos caminar sin vergüenza por saber cómo se discrimina a otros”.
Guardianas de la tierra por el ‘buen vivir’
A largo plazo las mujeres originarias buscan que el Estado argentino siente sus bases sobre la idea del ‘buen vivir’. La misma es parte de la cosmovisión indígena y plantea una forma de que los pueblos nos relacionemos con nuestro ambiente. Opuestos al actual modelo de saqueo de nuestros recursos naturales y la especulación de los suelos que hoy habitamos proponen crear marcos de cohabitabilidad entre las 36 comunidades y el pueblo argentino.
Moira afirmó que la marcha del 21 de abril no tiene que ver con la propiedad de los territorios: “ellos quiere reducir nuestro derecho a la propiedad de una parcelita de tierra, esta marcha es por el derecho a reestablecer la relación armónica con la naturaleza y la reciprocidad entre los pueblos, eso es el buen vivir”. Haciendo referencia a los incendios forestales en la Patagonia dijo que “es vergonzoso pensarnos como una sola humanidad que lo único que le ha dado en respuesta a la naturaleza generosa es la muerte; provengo de la zona de Esquel, donde más de 40 mil hectáreas de bosque fueron consumidas por el fuego, miles de fuerzas de la naturaleza arrasadas porque las empresas mineras y la especulación inmobiliaria tienen intereses ¿Así es como el Estado resguarda lo que nosotros milenariamente hemos cuidado?”.
Cuando comenzaron a delinear el proyecto, hicieron un largo recorrido por las comunidades de todo el país. Cuenta Moira que en ese viaje se dieron cuenta que como mujeres originarias no aparecían en el imaginario argentino más que como pobres, feas, salvajes, brutas e ignorantes. Sin embargo, afirma “somos las guardianas de la tierra, somos las que desde Ushuaia a la Quiaca estamos enfrentando de manera directa con nuestro cuerpo y nuestra capacidad de resistencia a las empresas que vienen a contaminar y destruir, somos las guardianas de las semillas, en mis viajes no había hermana que no tuviera sus propias semillas, somos las dadoras de vida y las constructoras de modos de vida porque educamos a nuestros hijos para construir y recuperar nuestra sabiduría ancestral.”
En relación a la situación actual de las mujeres originarias argentinas explicó que actualmente tienen dos destinos: quedarse resistiendo en el territorio o ser mano de obra esclavizada cama dentro en alguna casa donde muchas veces son abusadas por sus patrones. “Nunca más una argentina sin nosotras, nunca más una argentina sin las 36 comunidades, es necesario para que este país tenga un horizonte, para que pueda perpetuar la vida, para que tenga futuro que se pacte un acuerdo de cohabitabilidad entre las 36 comunidades y el pueblo argentino” afirmó Moira.
Para finalizar la charla, la dirigente explicó una frase mapuche que se asemeja al “hasta la victoria siempre” de los movimientos populares latinoamericanos. En mapudungun, el idioma mapuche, el grito de resistencia “marichi weu” significa diez veces venceremos, por cada luchador que caiga otros diez se levantaran. Y llamó a los presentes a repetirlo con ella: “es marichi weu, no digan waw ni wow, es weu que significa vencer”