La tercera edición de "Buenos Aires Negra" ha sido incorporado al circuito de festivales mundiales de género policial. BAN además de promover la creación literaria, propone una reflexión sobre la criminalidad real y sus vínculos con la literaria y la artística. El director del festival Ernesto Mallo contó en qué consta la jornada que empezó el 1ro de agosto y terminó el viernes pasado, "hablabamos de la responsabilidad que tenemos los escritores de poner algunos temas sobre el tapete que funcionan como límite a los poderes que nos gobiernan" aseguró.
¿Cómo ha comenzado este encuentro?
Maravillosamente, estamos a sala llena todos los días y a toda hora, estamos muy contentos. Los invitados están felices, ahora estoy tomando un café con Karim Miské de Francia, con Gauke Andriesse de Holanda y con Emmanuel Dongala del Congo. Un privilegio tenerlos aquí.
Los cafés anteriores a las charlas son también muy interesantes porque hay cuestiones que se pueden hablar antes de las presentaciones.
Es el momento donde se establecen vínculos y se intercambian ideas. Recién hablabamos de la responsabilidad que tenemos los escritores de poner algunos temas sobre el tapete que funcionan como límite a los poderes que nos gobiernan.
Es como un sueño que ha llegado a cumplirse ¿no?, porque en algún momento era muy lejano poder realizar este encuentro.
Realmente, yo cuando estuvo en el 2001 en la Semana Negra de Gigón la primera vez dije: esto tiene que funcionar en Argentina, porque la Argentina tiene un montón de escritores de policiales. Tardé diez años en lograrlo, y ahora estamos en la tercera edición.
Se ha logrado esto después de varios años pero eso sirve para que haya una buena organización para algo con tanta magnitud.
La cuestión es persistir, ser paciente y seguir insistiendo hasta que uno lo logra.
Por fuera del encuentro, ¿cómo está el hoy el género? ¿Cree que es un buen momento porque hay gente que se va sumando?
Sí, el género está pasando por una maravillosa primavera, es el género más vendido en todo el mundo. Es un gran momento. Y en eso tiene que ver este tipo de festivales que organizamos como los de España, los de Francia, los de Inglaterra, etcétera. Eso ayuda mucho a la vitalidad del género.
Usted cuando charla con sus colegas, imagino que hay algunos que son un poquito reacios a los eventos multitudinarios, ¿cómo lo ve usted?
A los escritores les encanta venir. En general nosotros hacemos nuestro trabajo en soledad, sin mucho contacto y estas son oportunidades de encontrarse con la gente, ver lo que la gente quiere, lo que piensa, lo que les gusta. Son muy fructíferos. En general los autores quieren participar.
Por fuera de la literatura pero siguiendo el género policial, ¿es asiduo de frecuentar series de televisión que se han metido con la temática?
Sí, absolutamente. La serie True Detective que salió este año ha sido una maravilla. The Wire, todas sus temporadas, es una serie extraordinaria. Al respecto está con nosotros Neill Franklin, ex jefe de policía de Baltimore donde sucede la serie, y en él esta inspirado el personaje del comisario de The Wire. Hay series con muy buenos escritores. Y están saliendo las novelas en español de Nic Pizzolatto el que escribió y dirigió True Detective, que son extraordinarias.
También es muy bueno de Nic Pizzolatto que le respetan su trabajo y que no le cambian nada por las dinámicas del raiting.
Él manejó toda la producción. Y ahí se demuestra que los genios de la televisión, del marketing y de las editoriales no tiene que intervenir en el contenido, eso tiene que dejarse a los autores que son los que saben. E una gran lección para la industria de la televisión.
Muchas veces hay escritores que no han querido participar de estas propuestas, porque la mirada del show televisivo a primado sobre el contenido y la buena pluma.
Se equivocan siempre, las empresas están dominadas por las gerencias de marketing. Y la gente de marketing tiene que hacer como que sabe la fórmula del éxito pero en realidad no lo saben, porque no existe la fórmula del éxito. Si hubiera una fórmula todos tendríamos éxito, y eso no es así. De manera que yo creo que hay que dejar a los autores que son quienes saben narran una historia de principio a fin y no intervenir en los contenidos que es algo que se hace en la gerencia de marketing. Hay autores, y yo soy uno de ellos, que no permitimos ninguna intervención en nuestro contenido.
¿Cuesta impedir que se modifique el contenido?
A mí nunca me ha costado. Yo he sido siempre muy firme en eso y nunca me han presionado para cambiar algo. Pero sí sé de autores que dejan intervenir sus textos muy decididamente. Esto también tiene que ver con el carácter del autor y qué es lo que está uno dispuesto a renunciar para que lo publiquen o le hagan una película.
Por fuera de que un libro traiga entretenimiento y le haga pasar un buen momento a la persona, ¿qué debe aportar en términos de responsabilidad social?
Yo creo que la responsabilidad social es un término acuñado por las empresa, un término políticamente correcto que en el fondo no dice nada. Yo creo que la responsabilidad de un artista en cualquier género es crear belleza y eso es lo que realmente importa. Porque vivimos en un mundo que es cada vez más desagradable, más feo, más atroz y crear belleza es una manera de cambiar en alguna medida cómo está el mundo. Yo creo que la responsabilidad es esa. La responsabilidad más grande de los sucesos es de los políticos que tienen que implementar cosas para que los ciudadanos estén y vivan mejor. No se le puede pedir eso a un autor, de eso estoy convencido. El autor es una persona que padece los mismos problemas que todos los ciudadanos.
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