Desde la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, reclamaron que el Estado nacional y el Vaticano efectúen las sanciones correspondientes. Esteban Paulón, presidente de la FALGTB, afirmó que los dichos de Aguer "atrasan, agravian, discriminan, agreden y no tienen explicación". El Arzobispo se había referido a los homosexuales como "abominaciones amparadas por la ley".
Monseñor Héctor Aguer volvió a cargar una vez más contra la diversidad sexual, esta vez a partir de un videoclip filmado dentro de la catedral platense por "La Tigresa de Oriente". En referencia al audiovisual, durante la misa del sábado utilizó expresiones homofóbicas y convocó a que "recemos mucho, también, por esas personas desencaminadas, depravadas, para que Jesús les toque el corazón y las convierta; todo es posible para su omnipotencia y su misericordia".
Para Esteban Paulón, integrante de la FALGTB, Aguer "es una referencia social que tiene una de las voces más encumbradas de la jerarquía de la Iglesia Católica de Argentina y habla de términos de aberración y desviación 4 años después de la aprobación de la ley de matrimonio igualitario".
Paulón recalcó la gravedad del suceso al considerar que "si bien es una opinión personal, él es un referente social y lo que dice tiene impacto en los medios y le pega a mucha gente. Esa violencia que él pregona genera violencia". Sin embargo, apuntó que "a Aguer lo conocemos, sabemos sus posiciones y no esperaríamos otra declaración de su parte".
Pedido de sanciones al Arzobispado
Los reclamos de la federación se dirigieron tanto a las instancias nacionales como al Vaticano para que el Arzobispo sea sancionado. Sin embargo, en cuanto a la posición de la cúpula eclesiástica, Paulón sostuvo que "no somos optimistas sobre un cambio de posición doctrinal de la Iglesia en relación a la homosexualidad, los gestos del Papa fueron muy tenues y desmentidos por instancias del Vaticano". Remarcó el hecho de que el Arzobispo de La Plata forme parte de la jerarquía de la Iglesia en la Argentina, y que "es uno de los que estuvo detrás de Bergoglio cuando fue la arremetida contra la ley de matrimonio igualitario".
Paulón opinó que dentro de la Iglesia hay distintos sectores y miradas, por lo que es un debate pendiente reelaborar su posición doctrinaria en relación a la diversidad sexual. También hizo hincapié en que por fuera de la postura del catolicismo, "el gobierno no es de la Iglesia, sino del pueblo a través del voto, y en ese sentido hay que recordar que la ley del matrimonio es civil, por lo que la Iglesia seguirá con su debate hacia adentro para ver como trabaja el tema de la diversidad, pero hacia afuera el Estado tiene que decidir independientemente".