Esteban Rodríguez, abogado e integrante del Colectivo de Investigación y Acción Jurídica, analizó el debate por la implementación de esta fuerza que tendrá accionar en los municipios bonaerenses de más de 70.000 habitantes. Afirmó que la importancia de esta propuesta reside en "crear otras policías que le vayan sacando cintura política y el territorio a la Bonaerense". El proyecto fue aprobado en general, pero resta que sea debatido en particular.
La propuesta ingresó a través de la Cámara de Diputados a mediados de febrero; cuatro meses después, sólo falta el debate particular para que se convierta en ley. Sin embargo, es allí donde se ha puesto más intensa la confrontación principalmente por parte del Frente Renovador, que ha mostrado su rechazo a distintos artículos y, el miércoles, sus senadores abandonaron el recinto de Senadores impidiendo la aprobación de las particularidades del proyecto. Rodríguez remarcó que esta ley implica un proceso complejo, algo que se ha podido observar con claridad a partir de las dificultades que se encuentran para su aprobación.
Según Esteban Rodríguez, esta medida tendría dos aristas: mientras las policías de los municipios le sacarían el área de prevención a los uniformados provinciales, la Policía Judicial en proceso de formación estaría a cargo de las tareas de investigación. "La Bonaerense quedaría como policía de custodia, administrativa, con algunos grupos de élite para intervenir en ciertos casos".
Otro eje de la ley que marca un quiebre es la incorporación de controles externos a la institución. En la Bonaerense, como en el resto de las fuerzas del país a excepción de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, las sanciones son administradas por integrantes de la misma policía, en el área de Asuntos Internos. En las instancias locales se formará una comisión autónoma, compuesta por dos concejales, uno de la mayoría y otro de la primer minoría.
Portación de armas
Una de las observaciones del Frente Renovador contra la Policía Local se debe al artículo que impide que los integrantes de la nueva fuerza lleven armas cuando estén fuera de servicio. El artículo señala que: "Cuando el personal policial no se encuentre prestando servicios y tome conocimiento sobre situaciones que requieran intervención policial, no está obligado a identificarse como tal ni a intervenir. En dicha instancia, le queda vedado el uso del armamento reglamentario provisto u homologado y tiene el deber de dar aviso a personal policial en servicio".
Frente a este artículo, el dirigente del Frente Renovador, Sergio Massa, afirmó que la policía local sería un grupo de "Boy Scouts". Sin embargo, Rodríguez sostuvo que "en las grandes ciudades del Mundo, la policía de calle es una policía desarmada, que anda con un radio y nada más, el arma viaja en el patrullero y no está al alcance". También agregó que "todavía estamos muy lejos de poder plantear algo por el estilo, la sociedad tiene una concepción que entiende que seguridad es igual policía, y policía a arma; le planteas una policía desarmada y se te caga de risa, ese es el sentido común que tira Massa".
"Se tiene que pensar en asumir el gobierno civil de la policía"
Rodríguez afirmó que "el proyecto es producto de un consenso que fue construyendo Nuevo Encuentro, pero no se trata de uno que protagonizaron las organizaciones sociales, en gran parte porque el progresismo no tiene una posición tomada". En este sentido apuntó que "uno tiene que tener cuidado de que no se trate de la misma policía, que actúe en función de otros intereses". En cuanto a los espacios que no se dedicaron a participar de los espacios sentenció que "son organizaciones, actores, que se van a poner a pensar en eso cuando ganen una elección".
El abogado también se refirió a dos ejes de discusión propio de los sectores que persiguen la reforma policial: la sindicalización y el mando civil de la fuerza. En cuanto a este último afirmó que "se tiene que pensar en asumir el gobierno civil de la policía y ensayar nuevos intereses, y no se va a resolver de un día para el otro, no creo que Scioli tenga en su agenda el tema".
Acerca de la sindicalización, debate que cobró fuerza tras el levantamiento policial de diciembre, dijo que "si queremos una policía cerca de los ciudadanos, tenemos que comenzar por pensar que son ciudadanos, que también son trabajadores; de esa manera van a estar más cerca y podemos pensar la seguridad de otra manera que si la pensamos como un aparato represivo". Sin embargo, afirmó que en el proyecto de la Policía Local el debate se aborda de manera lateral, ante la falta de consenso para saldar la discusión.
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