Omar Cigarán de 17 años fue asesinado por el policía Diego Flores el 15 de febrero de 2013. Al cumplirse un año del hecho, y cuando la fiscal acaba de pedir el sobreseimiento del imputado, la familia de Omar junto a distintas organizaciones sociales repudiaron la medida. Además, exigieron que se revea la causa, plagada de irregularidades e instruida por la misma Policía sospechada.
A un año del asesinato de Omar Cigarán, su mamá, Sandra Gómez, junto a la Olla Popular de Plaza San Martin y la Asociación Migue Bru, convocaron una sentada en el Juzgado de Garantía nº6, a cargo de Jorge Mateos, para rechazar el pedido de sobreseimiento de Diego Flores, el policía imputado en el asesinato. “Voy a tener un poquito de esperanza”, aseguró Sandra al contar que el juez prometió revisar la causa tras la protesta.
En la jornada también estuvieron acompañando el pedido de justicia Rosa Bru, referente de la lucha contra la violencia institucional, la FULP, el Frente Popular Darío Santillán, la agrupación SURCOS, el Centro de Investigación y Acción Jurídica, entre otras organizaciones.
Previo al hecho, Omar y su familia habían realizado 16 denuncias por situaciones de hostigamiento policial de las que fue víctima el joven. Incluso la tarde del 14 de febrero, un día antes del asesinato, allanaron la casa de Omar. "Ahí me dicen “¿dónde está el guacho?, si no lo entregas hoy en la Comisaría mañana lo tenés muerto”. "Mi hijo salió a la mañana siguiente y me lo mataron como un perro”, relató una vez más Sandra para explicar lo ocurrido con su hijo.
Pese a ello, la versión policial fue avalada por la fiscal Ana María Medina, quien a principios de febrero dictó el sobreseimiento del policía Diego Flores, de la seccional Segunda de La Plata. Los elementos analizados para decidir cerrar la causa son la investigación policial y una pericia -considerada "poco clara" para la familia y su abogado.
Desde la AMBRU, marcaron las contradicciones de los testimonios de Flores. Así, el único que dijo ver que Omar tenía un arma es el propio imputado. En la causa también atestiguaron una señora y un chico que se bajaba del colectivo en el momento que se escuchó el disparo. Ninguno de ellos vio el arma y tampoco la vio la supuesta víctima del robo, el policía Leandro Junquera. Recién en la Morgue Judicial “aparece” el arma, entre la ropa de Omar.
El abogado Juan Manuel Morete que lleva adelante la causa en representación de la AMBRU explicó que harán una presentación judicial aportando esos datos. “Estas cosas pasan por permitir que la Justicia sea la auxiliar de la policía”, remarcó.
Asimismo, Morete informó que están evaluando hacer una requisitoria de elevación a juicio y que realizarán una presentación con una denuncia para que se investigue si hubo encubrimiento por parte de la Policía.
“Clima de eliminación social”
El relato que la policía hizo de la muerte de Omar -amplificado en el momento por medios como El Día- se inserta en una modalidad que en el último tiempo se tornó un cliché en los casos de violencia institucional: un joven pobre, un intento de robo, una moto, un policía de civil y un tiro por la espalda “en defensa propia”. Lo que cristaliza la impunidad en estos casos en los que las víctimas son jóvenes de los barrios, que cargan con el estigma social y policial, es la falta de investigación judicial.
En abril de 2013, el Defensor Penal Juvenil, Julián Axat, llevó a la Suprema Corte Bonaerense siete casos con de chicos asesinados por la policía -entre ellos el de Omar- que ocurrieron en el lapso de un año en la ciudad de La Plata. En la presentación denunció la impunidad judicial en todos los casos, que crea un “clima propicio para la eliminación social” de los chicos.