Entrevista a Esther Quispe, integrante de la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida.
Durante la mañana del jueves 28, un grupo de personas vinculadas a la UOCRA irrumpió en el acampe que vecinos y vecinas mantienen en la planta en construcción de Monsanto, en la localidad cordobesa de Malvinas Argentinas. Según los asambleístas, quienes irrumpieron en el predio permanecieron allí alrededor de dos horas, robaron pertenencias. Afirman que la policía llegó tarde y que "lo único que hizo fue replegarnos a nosotros con balas de goma".
A primera hora de la mañana del jueves 28, alrededor de 60 personas vinculadas a la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) irrumpieron el acampe que vecinos y vecinas mantienen en la planta en construcción de Monsanto, ubicada en la localidad cordobesa de Malvinas Argentina. Según contó Esther Quispe, integrante de la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida, "la policía casualmente se había retirado media hora antes del ataque". Los agresores permanecieron alrededor de dos horas en el predio y robaron pertenencias de los acampantes, ropa, alimentos y otras pertenencias. Media hora más tarde regresó la policía "a mirar, no hacían nada porque, según ellos, eran muy pocos. A la hora y media llegó Infantería que lo único que hizo fue replegarnos a nosotros con balas de goma". Quispe denunció que "desde que estamos acá acampando hace 69 días ningún fiscal vino a hablar con nosotros, ninguna persona del gobierno de la provincia de Córdoba ni del municipio de Malvinas; solamente tenemos la solidaridad de los vecinos y de algunos medios, ése es el único apoyo que tenemos".
Los asambleístas sostienen la medida de fuerza hace más de dos meses reclamando que se realice un referéndum para aceptar o rechazar la instalación de la empresa en su ciudad y una evaluación sobre el impacto ambiental que esto provocaría. Se trata de la planta de maíz más grande de América latina, que abarcaría 27 hectáreas, con 260 silos.
Foto: ECOS Córdoba |
Lucha por la vida
Desde la UOCRA negaron que se hubiera agredido a los manifestantes. Mediante un comunicado, el gremio indicó que “desmentimos los dichos vertidos de que se envió un colectivo desde el sindicato. Si existió algún colectivo con barras, cosa que desconocemos, aquellos que lo hayan visto que hagan la denuncia indicando número de patente y demás datos”. El comunicado agregó que la presencia de los ambientalistas “impide la continuidad de las obras” y “pone en riesgo la fuente de trabajo”.
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