Entrevista Melina Bocelli, miembro de la CPM.
Miembros del Comité Contra la Tortura de la Comisión Provincial por la Memoria –CPM- hallaron muerto en su celda a Mauro, un joven de 28 años. Por el relato de quienes estaban detenidos en el mismo pabellón se supo que el día anterior había estado pidiendo atención durante horas amenazado con suicidarse, a lo que los penitenciarios respondieron “mejor, uno menos”. El cuerpo permaneció en la celda hasta el día siguiente.
El Comité contra la Tortura se presentó en el pabellón el 24 de octubre, Mauro Pérez Ugarte había fallecido la noche anterior, sin embargo, el cuerpo aún estaba en la celda. Los testimonios de los presos que fueron testigos, sirvieron para reconstruir lo que había sucedido. Todo indicaría que fue una situación de abandono, la acción u omisión del personal penitenciario, ante los reclamos de atención de Mauro, habían sido la causa del suicidio.
La CPM exige la investigación urgente de la muerte de Mauro Pérez Ugarte en la Unidad 1 de Olmos. Denuncia el abandono por parte de los funcionarios del penal y la indiferencia de los funcionarios del ministerio público fiscal. Mauro estaba pidiendo hablar con su hijo por un problema familiar. Ni la autoagresión ni la amenaza con suicidarse fueron motivo para que los funcionarios del penal decidieran atenderlo.
Además, tampoco brindaron asistencia luego de haber fallecido Mauro. El cuerpo quedó colgado en la celda, lo que produjo que se cayera por su propio peso y estuvo 12 horas junto a 21 detenidos. A su vez no se hicieron presentes funcionarios judiciales, se tomaron los recaudos para el caso a través de un llamado telefónico.
En comunicación con Rap, Melina, miembro de la CPM dijo “Y también lo grave es que tuvimos entrevistas con los familiares de la víctima y nadie les notificó de la situación, se enteraron por la prensa, apenas nosotros publicamos el comunicado que hicimos, esto es aun más grave porque representa el abandono absoluto de una persona en una situación así, no sólo de él sino también de los allegados, que están padeciendo esta situación.”
La reconstrucción de los hechos
De acuerdo al relato de sus compañeros del penal, Mauro tenía un problema familia, por lo que, la tarde del 23 de octubre, solicitó al personal del servicio penitenciario comunicarse telefónicamente con su hijo. Ante las reiteradas respuestas negativas, el joven pidió medicamentos para tranquilizarse y poder dormir. Éstos también le fueron negados.
Mauro, ante la desesperación acudió a incendiarse y lastimarse un brazo frente a la presencia de Villafañe uno de los funcionarios del penal. Pensaba que así lograría llamar la atención. Sin embargo, cuando sacó el brazo ensangrentado por el pasaplatos, no recibió ningún tipo de atención médica, ni fue trasladado al área de Santidad de la Unidad Penal.
Ante la indiferencia del personal penitenciario, Mauro anunció que si no le permitían acceder al teléfono se suicidaría. Aquí recibió la primera respuesta: “ahorcate, total, uno menos” dijo Villafañe. Al rato, el resto de los compañeros del pabellón dejaron de escuchar a Mauro. Comenzaron a llamarlo, sin recibir respuesta, hasta que los de la celda de enfrente lo vieron ahorcándose con un cinturón. Comenzaron a llamar desesperadamente al personal penitenciario para poder evitar la muerte de Mauro, pero nadie respondió.
Los gritos se transformaron en golpes en las puertas y rejas de todos los presos pidiendo ayuda. El personal seguía sin emitir respuesta. Ante la desesperación comenzaron a prender fuego en el pasillo todo lo que tenían a su alcance. Pero esto tampoco tuvo impacto en los funcionarios del penal. Recién dos horas más tarde ingresaron al pabellón para apagar el fuego. Mauro ya estaba muerto en su celda.
Los testimonios que tomó la CPM, indican que tampoco hubo presencia de funcionarios judiciales. Los agentes del servicio penitenciario declararon que, el Dr. Condomí Alcorta de la UFI 5 de La Plata, fue quien por teléfono tomó los recaudos para el caso.
La policía científica se hizo presente en el pabellón recién a 1:30 de la madrugada. 3 o 4 horas más tarde, afirman los testigos, tras haber escuchado el ruido, el cuerpo cayó desplomado por su propio peso. Pasaron doce horas hasta que lo sacaron de la celda.
La intervención de Comité
El Comité Contra la Tortura desde hace diez años que realiza inspecciones de urgencia o rutinarias, en los lugares de encierro. El 24 de octubre realizarían una inspección en la Unidad 1 de Olmos. Llegaron al penal 11:20 de la mañana, antes de ingresar fueron advertidos sobre lo que había sucedido, pero, dijo Melina, “obviamente con una versión oficial de los hechos, la cual nosotros siempre corroboramos”.
Se encontraron con el cuerpo de Mauro en una de las celdas. Melina dijo “es una situación muy grave la verdad, que pocas veces es relevada en el momento de los hechos. Pudimos entrevistar a todos los compañeros del pabellón donde ocurrió la situación y nos pudieron relatar graves hechos que se dieron desde el día anterior. Aproximadamente el cuerpo estuvo 12 horas tirado en la celda.”
El subdirector de la unidad, Sergio Fabián Espósito , ofreció un relato sobre lo ocurrido que no se correspondió con ninguno de los testigos que estaban en el pabellón. A través de ellos, los miembros del Comité, pudieron reconstruir la historia sobre lo que había sucedido.
“La intervención que hicimos desde la unidad y posteriormente desde la oficina, tuvo que ver con la no intervención de las fiscalía en turno, ya que la fiscalía en turno en ningún momento se presentó en el lugar de los hechos y no hizo relevamiento de lo que dijeron los testigos, digo tuvimos que notificar a las autoridades del ministerio publico fiscal de la provincia de buenos aires para que se tomen medidas y hacer pública esta situación”, dijo Melina.