Martes 15 de octubre de 2013
Entrevista al Dr. Medardo Ávila Vázquez, integrante de Médicos de Pueblos Fumigados y coordinador de la Red Universitaria de Ambiente y Salud.
Monsanto fue denunciada por contaminación en grado de tentativa por vecinos de la localidad cordobesa Malvinas Argentinas. La empresa inició allí la construcción de una de las plantas de semillas de maíz más grande del mundo. A pesar de la magnitud del emprendimiento, no se realizaron los estudios ambientales correspondientes y organizaciones ambientales señalan la complicidad del poder político local.
Hace 9 meses, Monsanto inició la construcción de una planta de procesamiento de semillas de maíz en la localidad cordobesa de Malvinas Argentinas. Desde que este proyecto fue anunciado, vecinos y organizaciones ambientales reclaman que se realice una consulta popular y un informe de impacto ambiental como pasos previos a la autorización definitiva para su radicación y puesta en funcionamiento.
La Asamblea Malvinas Lucha por la Vida presentó una denuncia a la empresa por contaminación en grado de tentativa basada en la Ley Nacional de Residuos Peligrosos Nº 24.051, porque declaran que en varias de las etapas del proceso de curado de semillas se utilizarán insecticidas, fungicidas y curasemillas que están clasificados como productos tóxicos. Además, la falta de estudio de impacto ambiental impide establecer cuáles serán los efectos negativos que la actividad va a producir. En la presentación también se denuncia al secretario de Ambiente de la Provincia, Luis Federico Bocco, por abuso de autoridad, al haber autorizado la construcción de la primera etapa de la planta sin este análisis. Formalmente, la acción judicial fue interpuesta en la comisaría de Malvinas Argentinas ante el Fiscal de Turno, por Sofía Gatica, el médico Medardo Ávila Vázquez y los abogados Darío Ávila y Miguel Martínez.
"La justica en Córdoba ha venido sufriendo un proceso de adscripción a Monsanto, es cómplice de sus prácticas ilegales", puntualizó el Dr. Ávila Vázquez en diálogo con Rap. "La planta, la construcción y su puesta en funcionamiento se están realizando en el marco de aprobaciones por los poderes ejecutivos municipal y provincial, esquivando o dejando de lado la Ley de Ambiente y también la Constitución Nacional de la República Argentina, que establece que tiene que haber principios mínimos en algunos temas ambientales que tienen que ser respetados por todas las empresas".
El 8 de octubre, la Jueza de Conciliación, Graciela Escudero, rechazó una acción de amparo promovida por vecinos para paralizar la construcción. No obstante, la magistrada ordenó a la Municipalidad de Malvinas Argentinas que se abstenga de autorizar a Monsanto a poner en funcionamiento la etapa operativa de la planta, mientras no se cumplan los requisitos previstos por las leyes. La empresa podrá avanzar con la obra pero no ponerla en marcha mientras no se verifiquen todos los recaudos. A pesar de esta situación judicial, gracias al acampe de las organizaciones que tiene lugar en la planta, hace días que no se puede avanzar con la construcción.
El antecedente europeo
Este año, Monsanto abandonó gran parte de sus inversiones en Europa. "El producto (que se planea para) la fábrica de Monsanto en Córdoba está prohibido en Europa porque es tóxico, porque mata a los insectos polinizadores, entre ellos las abejas, y está demostrado que provoca un daño ambiental terrible por lo cual provoca un riesgo en la fertilización de frutas, verduras y el resto de los productos vegetales que son esenciales tanto para la vida del humano como para el resto de los animales".
Este año, Monsanto abandonó gran parte de sus inversiones en Europa. "El producto (que se planea para) la fábrica de Monsanto en Córdoba está prohibido en Europa porque es tóxico, porque mata a los insectos polinizadores, entre ellos las abejas, y está demostrado que provoca un daño ambiental terrible por lo cual provoca un riesgo en la fertilización de frutas, verduras y el resto de los productos vegetales que son esenciales tanto para la vida del humano como para el resto de los animales".
Según explica la empresa en su sitio web, "esta planta será de similares características y funciones a la planta que Monsanto tiene en la localidad de Rojas, en la provincia de Buenos Aires. De esta manera, Argentina tendrá dos de las plantas de producción de semillas de maíz más grandes del mundo. La capacidad máxima de producción de la nueva planta será de 3,5 millones de bolsas de semillas para la siembra". En los planes empresariales, la inauguración estaba prevista para marzo de 2014, pero la lucha del pueblo cordobés pone en vilo el proyecto.