Lunes 25 de junio de 2012
Entrevista a Martín Almada, activista de Derechos Humanos de Paraguay.
En Paraguay se llevó a cabo el viernes 22 un juicio político al presidente Fernando Lugo que dictaminó su destitución y la inmediata asunción como primer mandatario de su hasta entonces vicepresidente, Fernando Franco. Si bien el argumento para juzgar a Lugo fue el mal desempeño en el desalojo de una comunidad en Curuguaítí, que dejó un saldo de 11 campesinos y 6 polícias muertos junto a una situación de inestabilidad en el país, vale recordar que ya había sufrido intentos de juicio político en 23 ocasiones y por los más diversos motivos.
En el Congreso paraguayo sólo 4 senadores votaron a favor y 39 lo hicieron en contra precipitando de esta forma la salida del primer mandatario electo en 2008, que cumpliría su período democrático en las elecciones de 2013 sin posibilidad de ser reelecto. Entretanto, los países miembros de la UNASUR coincidieron en reconocer esta situación como un acto de “interrupción del orden democrático” y declararon no reconocer a Franco como presidente constitucional.
En diálogo con RAP, Martín Almada, activista de Derechos Humanos de Paraguay, explicó cómo se está vivendo la situación en su país y expresó que "hay que entender que esto fue un golpe parlamentario del sector más conservador, más reaccionario, más corrupto del Paraguay, que es el Congreso paraguayo". También manifestó que "Lugo, cuando asumió el gobierno, ya no tenía el poder porque tenía minoría absoluta en el parlamento" por lo que “Lugo tenía el gobierno pero no el poder” y agregó que la derecha aprovechó esto, y presionó hasta la humillación al ex presidente.