Entrevista a José Luis Livolti, Coordinador Nacional del Movimiento Campesino Liberación e integrante de la mesa nacional del Foro Nacional de Agricultura Familiar.
El domingo 16 de octubre se celebró el Día de la Soberanía Alimentaria reivindicando ese derecho como propio de los pueblos de los pueblos a través de un modelo de producción agrícola sustentable. En ese marco puede incluirse la discusión en torno a los agrocombustibles, producción que es fomentada por los países dominantes y las industrias multinacionales vinculadas a los agrotóxicos y las automotrices, entre otras. Con el objetivo de sustituir a los combustibles tradicionales en vía de agotamiento, la producción de agrocombustibles fomenta la expansión de monocultivos con fuertes consecuencias negativas en los planos ambiental, económico –en los pequeños productores, e incluso cultural.
En comunicación con RAP, José Luis Livolti explicó que los monocultivos a gran escala pueden conducir a una significante pérdida de biodiversidad, erosión del terreno y filtración de nutrientes. A su vez, sostuvo que la producción de agrocombustibles avanza por sobre la población que vive en el campo y que depende total o parcialmente de la agricultura y de los recursos naturales para garantizar su derecho a la alimentación. Livolti también desmintió que los agrocombustibles no dañen al medio ambiente y mencionó como consecuencias el uso indiscriminado del agua, la deforestación, la desertificación y la esterilización de suelos.
El Coordinador Nacional del MCL propuso discutir los modelos de producción agrícola ganadero en el plano político. En ese marco denunció que los estados sólo intentan paliar la escasez de combustibles sin debatir la cuestión de fondo que debe girar en torno a los modelos energéticos y el abuso de los recursos naturales.