Jueves 18 de agosto de 2011
Entrevista a Ismael Jalil, integrante de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI).
El Ministerio de Justicia y Seguridad, conduce Ricardo Casal, dispuso el miércoles 17 el cierre definitivo de los calabozos de 49 comisarías bonaerenses, que se concretaría desde el 1º de septiembre. Ya 89 comisarías dejaron de alojar personas desde hace dos meses, a partir del traspaso de los detenidos al Servicio Penitenciario bonaerense. La resolución establece también que en 67 comisarías de la provincia, el tiempo máximo de detención será de 48 horas; en el resto de las dependencias policiales es de 60 días, salvo resolución judicial en contrario.
En diálogo con RAP, Ismael Jalil, integrante de la CORREPI, se refirió a esta medida como una excusa para “saturar las calles con más policías”, ya que los efectivos abocados a las comisarías se reubicarían al patrullaje. “Detrás de una medida que aparenta ser importante, en realidad están ocultando es reforzar aún más el aparato represivo", sintetizó.
En cuanto al argumento esgrimido desde el ministerio de mejorar las condiciones de detención en la provincia, Jalil se refirió las precarias condiciones de detención que sufren los internos allí alojados y al aumento registrado en la cantidad de unidades penales abiertas en los últimos años.